En uno de los paseos del confinamiento de la pandemia, paseando por la playa de Barcelona, hablando de mil cosas con mi amiga Meritxell, descubrí el pouring, ella me animó a probarlo, y poco a poco, con el tiempo resultó ser una vía de escape para canalizar tensiones y emociones.
Esta web resume 3 años de aprendizaje autodidacta, leyendo y mirando videos, aplicando la combinación de diferentes técnicas (acrílicas, células, resina), donde el resultado es sólo el comienzo de una nueva etapa para seguir jugando con los colores, texturas y efectos y seguir experimentando con el pouring.